El sexto anfiteatro romano más grande del mundo está lejos de Italia. Se puede disfrutar en mitad de una inmensidad árida en territorio tunecino. El anfiteatro de El Jem es, directamente, imponente, grandioso, inmensa su piedra bajo el castigador sol africano. Además de una belleza estática y majestuosa, pasear entre sus piedras tiene como aliciente añadido el poder evocar tristes leyendas de amor. Amor y sangre en uno de los edificios más emblemáticos y hermosos de Africa. A finales del siglo II empezó la construcción del anfiteatro de El Jem, que tenía capacidad para 30.000 personas.
Durante tres años fue el refugio de una bella princesa, Kahina. Ella dirigía a tribus bereberes y se oponía en Túnez a la invasión árabe. Sus esfuerzos y su lucha sirvieron de poco por la traición de su propio amante, con el que dice la leyenda que convivió en el anfiteatro de El Jem. Su joven amante la apuñaló y le cortó la cabeza… que según cuentan fue a parar embalsamada ante el califa de Bagdag.
En este coliseo, con historia de sangre, murieron hombres enfrentados a los animales para divertir a los personajes de la época. Y hoy las piedras, declaradas Patrimonio de
5 comentarios:
Increíble la caída del sol haciendo sangrar de luz cada piedra de ese anfiteatro.
Carmen, es una alegría ver como describes esos viajes increibles y maravillosos. Por ahora pensaremos en lo más inmediato, la Semana Santa en el pueblo, paseos por la Sierra de Gredos... y hablar con los amigos del verano.
No osbtante, tomo nota de tus estupendos viajes para cuando haya ocasión.
Insisto, felices vacaciones para todos.
Hola prometeo! Desde luego si se habla de imágenes tú sabes perfectamente lo que dices. Por eso, solo... gracias!
Jesús, que no te puedo ni contestar porque me come la envidia pensando en tus diez días de vacaciones! Pero supero mis traumas y te deseo lo mejor para estos días.
Y la ocasión para los viajes, pues no es tan complicado, a veces son más trabas mentales que de otro tipo. Y si no se puede realmente viajar, ¡pues a imaginar!
Interesante...
Hay tantos rincones que encierran tanta historia...
Es lo que echo de menos en algunos viajes... que no te cuenten la historia que hay en los sitios que visitas...
Si tienes suerte y das con un buen guía, siempre acabas conociendo más sobre cada sitio...
Pero la mayor parte de las veces, te suelen contar lo justito sobre quién lo construyó... quienes pasaron por allí y ya está...
Contar las cosas como nos las cuentas tú, es relatar un trozo de historia, y hace que te interesen más y que las veas con otros ojos...
Pues hada Manu... mira que me cambio de trabajo!!! jajaja. La historia es tan bonita... he pensado que sería una de mis aficiones cuando me jubile. Imaginaba el otro día volver a la Universidad para estudiar Historia cuando ya el mercado laboral tenga a otra gente. ¿Quién piensa en aburrirse a los 65???
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