martes, 28 de abril de 2009

Estas son las mujeres que me interesan



Las mujeres que me interesan son como ella. Son como mi madre. Mujeres de carne, de una carne tantas veces tocada. Mujeres que sienten deleite cuando miran, cuando salen a pasear o cuando escuchan una voz por teléfono. Mujeres que son de verdad.
No me interesan mujeres que acaparan las portadas y las páginas de los periódicos serios. No me interesan cantantes venidas a primeras damas, ni periodistas que quisieron ser princesas. Ni me interesan los jefes que miden a las mujeres que ponen en las fotos según su culo. Ni los jefes que jamás decidirían publicar la foto de un hombre basándose en sus piernas.

sábado, 18 de abril de 2009

Frivolidades del federal


Pepiño ha adelgazado mucho ¡Anda que no se lo han dicho veces hoy! Añadiendo que está... como más... rejuvenecido. Eso es lo que dicen.
Claro. Desde hace más de un mes sabía que ya lo lograba, ya, ya, ya... por fin! Siiiii. Sería ministro. Pues eso, se ha preparado para salir más por la tele y dar una nueva imagen. Más delgada, más dinámica, más más, sea lo que sea ese significado de más.
Sigue sin poder resistirse a un buen corrillo de periodistas. Y en el comité federal de esta mañana se ha acercado como hace habitualmente en la sede del PSOE para contar que habrá cambios en la dirección de Renfe, en Adif... En fin, sus cosas.
Lo malo es que esa delgadez le hace más visible la nariz. Grande. Y afilada.
Menos alabanzas físicas le han llegado a Trinidad Jiménez ¡Vaya culo que ha criado en el último año!, se comenta. A lo mejor, según la teoría anterior, es que ella no sabía con tanta antelación que iba para ministra. Un puesto también añorado. Quizá estaba más despistada con el cámara de televisión con el que anda de amores y no se enteró a tiempo...
Pues mira Moratinos. Ha aparecido en el comité sin su traje habitual de ministro de Exteriores. Oye, pues está irreconocible. Camisa blanca y jersey de pico rojo. Clásiquillo que es él cuando va de informal. Le he tenido que mirar dos veces para reconocerle. Sigue con esa imagen de hombre mayor de lo que es. Debe desgastar mucho andar por ahí explicando que nos vamos de Irak, de Afganistán...
Y Cipriá Ciscar... el que fue responsable de organización del PSOE... no sé, se le ve moderno en el vestir pero desmejorado. Modernos en la ropa los catalanes, sí. Más clásico el resto, incluído Patxi que ha sido el más abrazado y Tomás el de Madrid que sigue acaparando los comentarios de "guapo" oficial (con permiso de López Aguilar).
¿¿¿¿Qué hago contando esto??? Pues.... vengarme de haber estado toda la mañana en el comité federal del PSOE en pleno curro desapasionado.

jueves, 16 de abril de 2009

Cuestión de tetas



-"¡Vaya tetas ricas!"
Ni le había visto venir. Tiraba de mi bolsa en el super cuando él se cruzó en mi camino. Apenas me dio tiempo a ver su cara porque lo primero que hice fue mirármelas. ¿Qué les pasa a mis tetas? Nada. Ni sobresalían más de lo normal, ni una mancha resaltaba su existencia.
Al mirar hacia atrás para gruñir al hombre comprobé que era el mismo sesentón que unos minutos antes se apretaba contra una dependienta. Llegó a ella empapado del agua de la lluvia que caía en la calle y le pidió un abrazo.
- "¿Vienes a que te abrace otra vez? Ya sabes que un abrazo mío siempre lo tendrás".
Una morena de pelo de punta con delantal y pinta de pasar de poco más de los veinte abrazó al empapado. Se dejó coger las manos. Se dejó decir frases que yo entendía de una forma, y que ella recibía de otra.
Mientras la escena se representaba ante mi estuve haciendo como que repasaba con interés los productos del super. No entendía nada.
Ella, amistosa.
El acariciando la espalda, sujetando las manos y hablando con voz queda, entrecortada.
- "No me importaría nada darte un piquito".
- "¿Y qué tal está tu mujer? Cuando pases por aquí con tu hija quiero que me la presentes. Me hablas de ellas pero nunca las veo y eso que vienes mucho por aquí".
- "Pero qué preciosa eres... pero qué piel tan suave tienes..."
Vale ya. Eso pensé. Y cogí cualquier cosa. Me acerqué a ella y le pedí que me cobrara.
- "Voy a seguir trabajando. Adiós"
Ella no pareció librarse de nada. Siguió tranquila. El la devoró mientras se iba.
Ella le seguirá dando abrazos tiernos. El seguirá mirando tetas.