viernes, 27 de abril de 2007

El rincón del viaje: Potala


Llegan las vacaciones del puente... y me voy. Hasta el miércoles no volveré y os quería dejar este viaje hasta la próxima semana en la que inauguraré la nueva sección semanal. (Disfrutad muchíiiisimo):


15.000 columnas y más de 1.000 pabellones son la carta de presentación de uno de los palacios más deslumbrantes del mundo. Es el Potala, el palacio de invierno del Dalai Lama, una pieza fundamental de la arquitectura budista que empezó a construirse en el siglo VII durante la dinastía Tang y que se terminó hace cuatro siglos sobre la llamada Montaña Roja. En realidad son diferentes palacios incluidos en una misma muralla que no dejan de sorprender. Desde lejos el palacio se ve incrustado en la roca, elevado, altivo y lleno de color en las paredes de un paisaje austero. Son trece pisos que se levantan sobre la propia roca escarpada.

Por dentro tiene estancias oscuras, casi siniestras, que contrastan con la sorpresa de las tumbas de los dalai lama ya muertos. Son tumbas llenas de joyas que llaman la atención constante de los peregrinos que han llegado hasta allí. Potala es para los tibetanos como la Meca para los musulmanes. Para llegar hasta el palacio hay que hacer cola y subir por una larga escalinata blanca. Los peregrinos llevan aceite para las lámparas que iluminan el camino, y los turistas monedas para poder hacer fotografías. La tumba más impresionante es la del quinto Dalai Lama que tiene proporciones que hablan por si solas. Mide 15 metros, tiene 3.721 kilos de oro y las joyas se acompañan de 15.000 piedras preciosas.

También dentro de los palacios hay una figura que llama la atención, la de princesa Wen Chen, que se guarda en Potala desde el siglo VII. Se conserva porque la princesa, según cuenta la leyenda, es la razón de ser de este palacio. Se construyó para recibirla cuando se iba a casar con Sontsang. Pero antes de permitir la unión, el padre de la princesa puso tres pruebas a los pretendientes. Solo se casaría el más inteligente. Y el concurso era complicado. Primero el rey puso a los pretendientes ante 10 trozos de madera cortados iguales y les preguntó qué parte correspondía a la raíz. El ganador fue el constructor del Palacio, que sumergió la madera en agua y dedujo que la parte con mayor densidad era la de la raíz. La segunda vez que ganó fue al conseguir que un trozo de hilo cruzase el centro de una piedra de jade al que se había hecho un agujero lleno de curvas. Y lo consiguió atándolo a una hormiga a la que llamó la atención con la miel que introdujo en el agujero.
La tercera prueba de inteligencia consistía en localizar a las cien madres de los cien potros que estaban encerrados juntos en un campo. Había que poner a cada madre con su hijo, sin fallos, y para ganar lo que hizo fue separar a las crías durante toda una noche. A la mañana siguiente, cada potro buscó a su madre para amamantarse.
Ganada la prueba, la muestra de amor fue construir una joya de palacio que cada vez que aparece el sol se ilumina con tonos juguetones incrustados en los colores.

5 comentarios:

Anónimo dijo...

Bonita leyenda... Lástima que se aleje tanto de la realidad: encontrar pareja suele ser bastante más sencillo. Mantenerla a tu lado es aún más difícil que las pruebas del padre de Wen Chen ;-)

el paseante dijo...

Te gusta hacer la vida complicada dando ideas a los padres de las mujeres sin pareja.

Ahora ya no bastará con enseñar la nómina, llevar las uñas limpias y el análisis de no consumir hongos alucinógenos. Encima tendremos que atar un hilo a la cintura de una hormiga.

En cualquier caso, el post es bonito.

Anónimo dijo...

Para tu vuelta encontrarás un nuevo saludo de quien se volvió a pasear por tu sitio.
Espero que a tus pretendientes no les pongas ese tipo de pruebas Jejeje. Bonita leyenda.
También quiero decirte que he agregado tu blog a mi lector de feeds (Bloglines)para no perderte la pista.
Un beso.
http://www.bloglines.com/public/manelcom

atikus dijo...

Vaya, vaya, pues esta historia bien pudiera ser de Steven Spielberg. Desde luego con lo que me cuesta encontrar pareja, si encima me ponen estas pruebas, me meto directamente a fraile o algo parecido :)

Carmen dijo...

Hola!!! Ya estamos de vuelta!

José María... qué razón tienes, lo complicado es conseguir que se mantenga una historia, pero investigaré a ver si hay recetas o pruebas para superar en los casos de mantenimiento....

Paseante... parece que tienes cualidades suficientes para gustar a mujeres sin pareja. No disimules. ;-)

Manel.... es un gusto volverte a tener aquí. Te espero siempre y me emociona saber que me tienes cerca, guardada en tu lector.

Atikus no hagas locuras! No te metas nada sin identificar!