viernes, 26 de octubre de 2007

Un cuento nubio



Tengo pendiente contar un cuento del sol y la luna... pero hoy me he vuelto a acordar de los que quieren llegar a nuestras costas y mueren en el intento. Me he vuelto a acordar de esos enormes cuerpos negros llenos de esperanza a los que tantas veces se rechaza por su color, y eso ha llevado al recuerdo del un cuento nubio que os voy a contar: Dios decidió crear un hombre y lo hizo modelando arcilla. Cuando consiguió la forma que le pareció ideal decidió meterlo en su horno de pan. Quiso que quedara bien cocido, para que las grietas no lo rompieran al menor golpe, y lo que sucedió es que lo dejó demasiado tiempo metido en el horno a altas temperaturas. Cuando sacó su querido molde vió que estaba quemado, salió negro. Y se le ocurrió enviarlo Nilo arriba. Decidió que tenía que hacer otro hombre de arcilla, y que esta vez quedase bien. Volvió a hacerlo con manos delicadas y lo introdujo en el horno. Para que no se quemase nuevamente lo tuvo muy poco tiempo en el horno de hacer pan. Al abrir la puerta volvió a decepcionarse: lo había sacado antes de tiempo y era un hombre blanco. Entonces lo mandó a los países del norte. No se dió por vencido, y fue a por su tercer intento. Modeló nuevamente, le prestó atención a los rasgos, que hizo tan delicados como los del hombre blanco, y volvió a meter la arcilla en el horno. Y esta vez sí, sacó del horno a un hombre con un delicado color cobrizo. A él le dejó quedarse en las mejores tierras del Nilo.

10 comentarios:

Carmen dijo...

MOSQUITO: Acabo de ver tus últimas entradas... ya me extrañaba el comentario que te leí, porque sugería fin. No nos dejes. Noooooo ( y es un grito infinito) Te espero por aquí siempre y echo de menos volver a leerte ya en cualquier blog que puedas hacer. Haz una señal, di hola.... únicamente llama y allí estaré.

Anónimo dijo...

Estatuas frágiles de mirada respetuosa y distante pero a la vez próxima y cálida. La estética hecha carne...

CHAMAN dijo...

hermosisimo

CurroClint dijo...

Un cuento muy nubio, sí. Muy, muy nubio. Mua!

Anónimo dijo...

Hasta Dios tiene prejuicios sobre el color de los hombres..
Curioso que ahora nos cansamos todos de hablar de la globalización pero cuando se trata de mezclarnos personalmente ya no nos gusta tanto
Bonito cuento.
Buen fin de semana.

Anónimo dijo...

Hagamos de abogado del diablo. Los cuentos suelen reflejar, fantasiosamente, valores de la sociedad que los mantiene. En este caso entiendo que se transmite un valor poco recomendable: la supremacía de unos sobre otros. Si nos atenemos al fondo de la cuestión resulta que los nubios son los preferidos de dios, los más agraciados. De ahí a sentirse superiores a los demás sólo hay un paso. Ya digo, es por polemizar un poco.

yinyang mason dijo...

Armenteros, eres el puto amo. Si siempre lo digo... Los cuentos son una manera sencilla de inculcar una serie de valores, son mitos que no invitan a la reflexión sino a una realidad cerrada y fantasiosa. Eso sí, Carmen. Me gusta que hayas puesto ese cuento.

Carmen dijo...

Carrascus una estética increíble, únicamente hace falta mirarles...

chaman... gracias y bienvenido!

Curro, beso recibido y enviado con el compromiso de nuevos cuentos posteriores.

jabel, a ver quien se libra de los prejuicios ¿verdad?

Juan... vaya que sí, mira si no el cuento de los siete enanitos, sin ir más lejos. Pero en este caso lo que pretendía era concretamente eso: enseñar un cuento en el que se ponen por delante otros que no somos nosotros. Polemiza que algo queda, y a mi que me encanta. Enseñando que los otros pueden ser tan "superiores" como nos creemos nosotros quizá reflexionemos un poco y relativicemos nuestras creencias.

Javier, lo mismo te digo, que los cuentos de los demás nos evidencian a nosotros mismos... pero es que, además, hay algunos tan bonitos... a mi me gusta contarlos y os dejaré alguno más de pueblos perdidos...

Mad Hatter dijo...

Bueno, supongo que los latinos hispanos también hemos quedado bastante en su punto ¿No?
Uy, uy, uy, Carmen, no sé que me dá que vas a volver a cambiar de look para regresar a tus raíces andaluzas (je, je).

Carmen dijo...

Mad que yo no reniego de mis orígenes latinos mezclados con las gotas árabes... soy una latina que cambia de imagen sin olvidarse de nada ;)