Siempre he llegado con pereza y hastío a los últimos días de las vacaciones, a esa vuelta a la normalidad que suponen el trabajo, la rutina, lo cotidiano de una vida que se engancha demasiadas veces en el día a día. Estas horas finales de agosto en Madrid tienen un sabor a tranquilidad que es difícil de soltar. Las calles están más vacías, los restaurantes tienen sitio libre para cenar sin pensar en la reserva, el tráfico se diluye, las compras se hacen más llevaderas por el espacio libre que hay en las tiendas…
Pero tengo que reconocer que este año quiero que vuelva esa rutina, quiero volver a lo cotidiano, quiero volver a un trabajo que me deslice suavemente de la mañana a la tarde, quiero esperar a mi hijo en la puerta del colegio y sacar un rato libre antes de hacer los deberes para ir a jugar al parque, quiero la vida de invierno. Y es que no poder tener lo cotidiano me ha hecho desearlo. Durante unos días de agosto he tenido que hacer reposo, no pude hacer lo que cada día no me gusta hacer, pero tampoco lo que sí. No pude salir a comprar, a dar un paseo o a ver qué película me apetecía disfrutar. He comprobado que me gusta cierto sabor de lo habitual. Y este año saludo con placer a la querida rutina (que, no obstante, desafiaré haciendo algo nuevo que no me deje por entero en sus brazos).
9 comentarios:
pues ya vuelve la marabunta, yo entre ellos!! Agarrese a los pelos del culo!
ah tanta vacación!!!
es que la rutina tiene su puntito jaja!!...y un Madrid vacío tampoco mola!
no me deja firmar con mi nombre pero soy yo atikus eh!!!
Se ve, se nota, se huele que ya está por aquí. Y sí, me agarraré, aunque seguro que me va a permitir decidir a qué... ejem... ;) Y ya se me están ocurriendo a un par de cosas apetitosas.... Bienvenido!!!!!
Atikus... mira que somos masoquistas... reconoce que un poquito sí. Con la tranquilidad que hay y lo fácil que es todo,,, pero nada, que vengan todos y nos pongan de los nervios.
Carmencita hija ¿Para qué crees que son las vacaciones? Pues para eso, para luego coger con más gusto la vuelta a la rutina, tras pasar algunos un pasajero "síndrome postvacacional".
Feliz regreso y vuelta a la normalidad, además veo que estás aterrizando suavemente, después de todo el mesecito. Yo no tengo tanta suerte y después de mis dos períodos de quince días me sumerjo de sopetón en la borágine del día a día, que suele estar trufada de varios "marrones". Para que luego digan que los funcionarios no pegamos un palo al agua ¿Verdad "Futblo-Bussy Blog"?
Es que Madrid en Agosto se queda muy 'soso'... lo bueno es que puedes ir a cualquier sitio con tranquilidad, pero le falta vida...
Y como no tiene mar, ni verdes montes cerca, pues pierde mucho...
En definitiva, el bullicio es lo que le da vida a Madrid, que sin gente se queda en poca cosa.
De todas formas, yo el verano prefiero pasarlo al lado del mar... y no en Madrid...
Mmm... veamos.... que los funcionarios trabajan... ejem... ayy... estooooo...... ¡Pues clarooooo! Muchos, al menos, sí que lo hacen. (Hoy no es momento para críticas, que Mad está de vuelta al curro y seguro que anda sensible)
Manu, dentro de un mes te recordaré que dices que Madrid ahora está sosillo. No valen quejas luego sobre tráfico eh,,, (qué buena regañina me ha salido eh)
Temporada nueva foto nueva ¿Eh?
Bonita foto, Carmen, pero si ahora pareces una suecaaa!!!
Sí, tenía ganas de cambiar la foto, porque como he cambiado de imagen, hasta me veía rara y todo de morena. Ahora soy nórdicoandaluza... casi náaaa.
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