Me han invitado a tres bodas. A tres bodas por la iglesia. Cualquiera se puede imaginar la angustia que esto causa en una atea, que además ha llevado sus convivencias con el otro género sin molestar al resto de la especie. Una boda ha sido la de una prima, es de esos compromisos inevitables. Las otras dos son de gente próxima que ha decidido embarcarse en esa historia del matrimonio cuando ha alcanzado ya la edad madura. Bien, en eso no hay nada que objetar.
Sí tengo algo que decir en lo que nos afecta a los demás. Las bodas se han convertido en suculentos negocios en los que los esquilmados son los invitados. Y veamos las cuentas. Una de las bodas, que ha sido este fin de semana, tenía un precio por cubierto de 55 euros. Han ido más de 300 personas y se ha celebrado en ambiente, digamos, rural. Según las cuentas que se han podido conocer, del banquete los novios han obtenido 5 millones de pesetas y en gastos han tenido que pagar tres ¡Tres millones de las pesetas que son mi moneda familiar! Negocio para las tiendas de ropa de novio/a, para las floristerías, para las iglesias y, sobre todo, para los horrorosos salones de boda. Con lo conseguido en ganancias, se supone que dos millones de pesetas, han emprendido viaje a Estados Unidos y Mexico. El resultado será que les quede, aproximadamente, un millón de pesetas. ¡Pues es algo, pero una miseria para todo lo que supone una boda!
Las otras dos que me quedan son de más “postín”. Una de ellas, según el novio, tiene un presupuesto por cubierto de 90 euros ¿Qué comida van a poner??? Por ese precio voy a uno de los restaurantes con estrella Michelin y disfruto del menú y del vino que yo seleccione… y nada que ver con la comida de una boda.
De la tercera boda sé poco. Pero se me olvidó añadir que las tres son fuera de Madrid ¿Hacemos cuentas? Precios por persona (y eso sin que la generosidad asome por ninguna costura):
Suma: ropa para la boda de mi prima: Unos 200 euros. Como las tres son seguidas, vamos a poner que vale la misma ropa para las tres, porque además no se repiten los invitados. Jujuuuuuu. Al menos hay que dar 100 euros por persona para los novios. Y aquí me ahorro el dormir, porque tiro de la familia. Viaje: 50 euros. Gastos del fin de semana fuera de casa: otros 100 mínimo, aunque contando con que la familia invita a comer en casa.
¡Bien! Primera boda sorteada al módico precio de unos 450 euros por persona.
Sigamos. Segunda y tercera boda, también fuera de Madrid, pero al ser amigos ya todo hay que pagarlo, incluida, al menos, una noche de hotel. Sumo: primera boda, ya serán al menos 150 euros de “bote” porque se han encargado de contar cuánto vale el cubierto. Otros 60 euros en gasolina que este desplazamiento es más largo. Más unos, digamos, 60 euros en hotel, y otros 100 en gastos varios, que algo habrá que tomar durante el fin de semana. Tenemos otros 450 aproximadamente. Y multiplicamos por dos, que la otra boda tiene, más o menos, las mismas condiciones.
Terminadas las tres bodas: más de 1.300 euros por persona. ¡Como unas vacaciones a Cuba!............. Fidel, espera, no mueras aún…. Que voooyyyyyyyy.
11 comentarios:
A mí también me parece una pasada lo que la gente se gasta en las bodas, y lo más gracioso es que suele ponerse como excusa "¡Hombre, como va a ser una vez en la vida!" ¡Pero qué milonga es esa! La boda más por todo lo alto a la que he ido, resulta que se divorciaron a los dos meses.
Mi boda la hicimos en Iowa, en el pueblo de mis suegros, en un quiosco de la banda de música de un parque, nos casó un pastor protestante que llevaba una corbata de "Bugs Bunny", sólo fue la familia (y no toda) y luego nos fuimos a un restaurante rústico del pueblo, cerca de una granja de cabras. Y este año vamos a cumplir nuestra primera década casados, y nuestra segunda juntos.
¡Toquemos madera!
Y mujer, supongo que Cuba seguirá siendo igual de divertida y atractiva, después de que se muera Fidel.
¡Qué divertida boda! Pues eso es un gusto, pasar así un día que realmente para una pareja debe ser especial. Pero disfrazarse de blanco o marfil, según las modas (ahora ya se puede ir de rojo fuerte), montar una comilona en un lugar horrible, invitar a tanta gente que te es indiferente y... en suma, hacer lo que hace todo el mundo porque lo hace todo el mundo y para seguir los convencionalismos... pues no lo veo claro.
Enhorabuena por esa relación, seguro que seguís sumando sin madera.
Y por lo de Cuba, seguirá siendo divertida y atractiva, pero será diferente (espero que para bien y mejor para ellos). Aunque quiero conocer la isla ahora, y después volver... si yo de todos sitios me voy sin nostalgia pensando que volveré! Muakkkkkkssssss
y con lo bien que se está arrejuntadito!!!,
no molestas a nadie, bueno si a la Igesia, pero que se J....
Besitos
PD: espera que un lustro de estos, termino casandome :)
Lo de la asistencia a las bodas es uno de las cargas que me he quitado de encima hace años. Lo suelo plantear con sinceridad a los contrayentes: "Mirad, a mi no me apetece en absoluto participar de esta parafernalia. Ahora bien si os hace mucha ilusión que yo vaya, pues voy". Y no he vuelto a ir a ninguna ;-) Les hago, eso si, algún regalito porque son amigos y me apetece y en la medida de lo posible huyendo de aportaciones monetarias en bruto o regalos de listas fantasmas.
En la boda que mejor me lo he pasado, fue una fiesta en el campo que nos teníamos que llevar la comida de casa, luego se repartía, la tortilla de patata genial, el ambiente igual, los vestidos todos con tejanos, me lo pase en grande.
Un paseo por la Habana Vieja, un mojito en la Bodeguita en Enmedio, una comida en el Floridita, un paseo por el Malecón..... la extraordinaria amabilidad de los cubanos, coger un autobús de linea y mezclarse con la gente. Esto o ir de bodas.
Dificil decisión tienes.
Un saludo.
Voto igual que Jesús.
Y se te ha olvidado lo de las fotos y el video :P
Yo he estado en muchísimas bodas como reportero, y te dey la razón. Es una industria descarada y descarnada. El vestido de novia no es lo que nos venden, tanta prueba y tanto ajuste, es todo pantomima. Al final los hacen en un rato, a toda pastilla (lo sé de buena tinta). Los camareros no son camareros. Y la comida, de fresca no tiene nada. Y los fotógrafos, en la mayoría de los casos, no tienen ni idea. Son negocios puros y duros que sólo pretenden desplumar a las parejas.
Pero ¡qué bonito es desfilar de blanco por el pasillo de la iglesia!
Yo le dije a mi novia que nada de salones de bodorrio, y nada de disfraces. Mi idea era juntarnos los más allegados en el campo, hacer una parrillada, y echarnos un partido de fútbol y unas siestas. Pero la idea no cuajó. Al final, bodorrio al canto. Por la iglesia y en salones de boda de los más cutre que encontramos por aquello del precio del cubierto. Por el "qué dirán"... Incluso pagué exclusiva de fotos...
Que me decís de los tunos de guardia, tienen que ser repetidores por fuerza, porque los hay con canas, pero claro con la ilusión que te cante la tuna.
Menudo negocio, entre las bodas y la funerarias y los dentistas.
¡Hola a todos! Ya veis que me cuesta más trabajo entrar... pero permanezco.
Atikus.. ¿se te ocurrirá invitarme?
Josemaria, tenemos la misma visión del tema. Eso es lo que he hecho yo, en mi familia ya saben que no voy a bodas, y me invitan por no quedar mal. Ya sabes, eliminar los convencionalismos es imposible.
Joan, qué bien volver a tenerte por aquí! Me imagino que sería la mejor boda precisamente porque no parecía que lo era ¿verdad? Y es cierto, son los mejores negocios del siglo, ¿estremos a tiempo para montar uno??
Jesús, Jesús, que me estás ayudando a decidirme!
Tuan. Hecho.
Manuel... Ya.. es que muchas veces negarse a lo que hace ilusión a la pareja es duro. En eso tengo que reconocer que los hombres dais más vuestro brazo a torcer y pasais por esas bodas. No sé, ¿habría que pelear más? Depende, claro, las prioridades y esas cosas. Pero, hecho está.... no repitas eh ;-)
De acuerdo contigo...
Por eso, cuando mi chica y yo decidimos casarnos, antes de meternos en ningún berenjenal decidimos ahorrar para tener el dinero para pagar la boda...
No la celebramos por la Iglesia, porque yo no soy creyente y me parece muy falso y absurdo montar el numerito de la Iglesia por decir que es más bonito...
Celebramos una ceremonia civil, en un salón de actos, y la verdad es que a todo el mundo le gustó por su sencillez.
Para el banquete buscamos un salón que conocíamos por la boda de unos amigos, donde sabíamos que se comía muy bien y a un precio normal, después de descartar disparates de 100€ para arriba por un menú de lo más corriente en los Salones que más suenan...
Y por supuesto, cuando entregué las invitaciones lo dije bien claro... que el banquete ya lo pagábamos nosotros... así que si alguien quería hacer un regalo, era libre de hacerlo, pero si no quería, por supuesto que también era libre de no hacerlo... lo importante para nosotros era pasarlo bien con nuestros amigos y familiares, y punto.
Y la verdad es que a la gente le gustó y mucho...
Hubo quien nos regaló algún detalle, hubo quien no podía regalar nada, y hubo quien fué a lo fácil y nos dió un sobre...
Pero vamos, que ni de lejos fue un negocio... faltaría más. Que todos tenemos hipotecas, obligaciones y no estamos para tirar el dinero...
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