
Al anochecer, cuando salgo a la terraza de casa, lo primero que encuentro en el cielo es Venus. Me gusta ver la noche recién estrenada. Miro al cielo cuando ya no hay sol. Miro en la noche, igual que hago cada tarde para jugar con las nubes a las formas imaginarias. Y la noche me trae, invariable, la imagen de Venus justo frente a mi. Mi silla está alineada con Venus... y me pregunto... si el sol pone dorada mi piel... si la luna mueve mareas... ¿qué me hacen los rayos de Venus?