martes, 3 de julio de 2007

Hoy, lejos de la pecera


Hoy es un día en el que se encontrarán extraños. Se han levantado y no es un día normal. No van a estar juntos escuchando, riendo y compartiendo. Hablando, mirando y escuchando lo mismo. Reflexionando. Recordando días muy diferentes para todos.

Hoy hay un vacío para víctimas del 11-M que no van a llenar con su presencia las sesiones del juicio que se ha celebrado durante 57 sesiones en un edificio habilitado por la Audiencia Nacional en la Casa de Campo. Hoy no van a ver a primera hora de la mañana un tanque de la Policía Nacional con un hombre mirando fijamente a todos los que pasan por la Nacional V mientras aprieta una ametralladora sin soltarla un segundo. Hoy no van a escuchar ni a odiar en directo. Lo harán en diferido.

El día de ayer lo pasé allí. En ese edificio de alta seguridad y bajo perfil. Les estuve mirando la cara, a ellos. No serán todos culpables, puede ser, pero no son todos inocentes. En sus miradas y en su actitud del cuerpo, en sus gestos y en sus risas se les ve demasiado normales para serlo.

Ya todo el mundo ha leído y escuchado lo que pasó allí. Y no me voy a repetir. Solo voy a contar apenas dos detalles, insignificantes, de todo lo vivido.

Víctor es uno de los jóvenes acusados de transportar la dinamita desde Asturias hasta Madrid. Es tan joven, y es tan guapo. Hasta que sonríe, y entonces asoman unos dientes gastados, estropeados y sucios. Ha compartido estos días de juicio con los periodistas. Se ha hecho amigo de muchos de ellos. Y eso ha molestado a algunas de las víctimas, a alguno de sus abogados.

Es tan sencillo. Tanto, que no le puedes negar una sonrisa. Y no le puedes negar un hola a Carmen, la que estuvo con el minero. Vuelve a ser tan joven, y habla con un acento asturiano tan cerrado a todo el que la escucha. Cuenta que hace dos años que está con su novio nuevo y que le va muy bien. Cuenta que ella no se entera de mucho, y que nunca ha tenido nada que ver. Cuenta que no le da emoción ver al minero allí sentado, ni pensar en que le pueden caer años de cárcel a él, porque no piensa que le vaya a caer nada a ella: “Como dice mi padre, cada perro que se lama su pijo…” “Es un dicho de allí eh, que no lo digo con mala intención”. Parece no haber dicho nada nunca con mala intención ¿habrá hecho algo alguna vez con mala intención?

Y están dos chicas muy, muy jóvenes, que entran al lavabo cuando entro yo. La dos llevan velo. Hablan perfectamente español. Y se están arreglando ante el espejo. “Somos las que más llamamos la atención ¿verdad?” dice una. “Sí”, contesta la otra, “es que somos las más guapas, y somos diferentes. Nos miran”, contesta su amiga. Eso es, lo son, guapas, tapadas, y diferentes.

Los 28 procesados ya no están allí, hoy, en la pecera. En sus declaraciones ante el tribunal llaman así al recinto de seguridad que les acoge. En esa pecera han pensado qué van a decir en su última palabra durante el juicio. Y allí se han atrevido a pensar lo que después han dicho. Han condenado (todos menos los tres acusados de ser ideólogos) los atentados. Y lo han hecho mirando a los tres jueces que van a emitir sentencia porque, ahora no, no se han atrevido a girarse para mirar a las víctimas repartidas entre el público y decirles mirando a los ojos lo que dicen descaradamente a los jueces: que entienden su dolor.

Hoy estarán como peces sin agua en otras peceras sin cristal. Y hoy me alegro de no estar allí.

5 comentarios:

Anónimo dijo...

Al margen de las sentencias que vaya a tener el juicio, el atentado del 11-M ha sido uno de los hechos que más ha dividido al país en los tópicos dos bandos. Yo tengo claro al que pertenezco y también tengo claro al que pertenecen la mayoría de la gente de mi trabajo, por eso procuro no hablar de política con ellos más que cuando en conciencia creo que debo intervenir, al menos para que no sea todo del color que ellos lo pintan. Y hoy ha sido uno de esos días, a consecuencia del final de este juicio.

Antes que nada quiero aclarar que yo no soy militante ni simpatizante hard-core del PSOE; viviendo en Sevilla, además, y gobernado por Monteseirín, eso es imposible, pero el PP... por mí que viva muchos años, y todos en la oposición. De lo que voy a hablar es de posturas personales... solo personales.

Y ante tales barbaridades que hoy han llegado a decir con respecto a que si "golpe de estado del PSOE", "que el PSOE sabía lo que iba a pasar y no hizo nada para así ganar las elecciones", que si patatín, que si patatán... solo esas dos afirmaciones ya son tan graves como para haberles dicho esta mañana que no sé si yo seré más bueno o más malo, pero que lo que a mí me diferencia de ellos es que yo nunca pensaría una burrada así del PP ni de ningún otro partido político democrático. Me parece tan sucio y tan indigno pensar que Zapatero u otro miembro del PSOE haya dejado que maten a tantas personas para ganar las elecciones, que ese pensamiento al que retrata es al que lo piensa. Una persona "normal" jamás puede pensar eso de otra, es imposible, es inconcebible. Si hubiese sido al revés, ¿tú hubieses pensado en algún momento que Rajoy lo sabía y se calló para derrotar a Zapatero? Me resulta tan difícil creer que haya personas "normales" que lleguen a pensar eso de otra persona "normal"... que no estamos hablando de que piensen eso de terroristas, sino de otras personas como ellos...!!!

Y me preocupa que haya tanta gente que sea capaz de pensar eso... y que además estén en tu entorno más inmediato.

Carmen dijo...

La teoría de la conspiración. Ya has visto que se ha venido abajo, que durante el juicio no ha habido nada con sentido que la haya confirmado. Pero, así es, en mi entorno se producen grandes aberraciones como ésta. En el juicio se veía a los abogados insistir, rebuscar, soltar, sospechar, sin el menor rubor. Hay quien está dispuesto a todo. Otra cosa más no conté sobre este último día. Los abogados se hicieron una foto en la escalera de acceso a la sala y, mientras posaban, un grupo de la AVT les decía: "Ahora teneis que decir a coro, titadine, titadine". Ellos lo iban diciendo sustituyendo a la palabra tópica de "patata, patata".
En este tema pienso como tú. Dejé de leer algunos días las crónicas del juicio por eso mismo... pero al final me niego a caer en lo que quieren. Y me mantengo en mis posiciones. Quien quiera ver fantasmas allá él... quien quiera vivir en la realidad, bienvenido.

Mad Hatter dijo...

Efectivamente, toda la crispación que venimos sufriendo desde el 11-M viene de que, en lugar de que los Sres. Acebes y Rajoy hubiesen pedido perdón y abandonado la cúpula del PP por "manipular" o "retrasar" la información policial con respecto al atentado. Han optado por "la mejor defensa es un ataque" y han puesto en marcha el ventilador de repartir mierda, y una gran parte les está cayendo a ellos, claro. Pero lo peor y lo más inaudito es que la inmensa mayoría de militantes y simpatizantes del PP no sólo no parece importarles, sino que les sigue el juego con total normalidad, con alegría y hasta con cierto recochineo y chulería ¡Qué país! Visceralidad y cara dura:10/Racionalidad y honestidad:0

Anca Balaj dijo...

Lo terrible es que algo tan dramático sea utilizado de la forma de la que se utiliza, que divida en vez de unir.

joan dijo...

Estas pirañas dentro de la pecera parecían buenas personas, casi todos serán sentenciados por culpables, las pruebas cantan.
Lo grave es que no se sienten culpables, fue por una buena causa para castigar al infiel, no tienen remordimientos ni conciencia.
Los asturianos que vendieron la dinamita por cuatro perras les deseo con toda mi alma mi mayor desprecio.