lunes, 15 de octubre de 2007

De uñas


Hoy me he levantado frívola y torpe. Torpe de manos, y suma otra vez más y otra torpeza más. Decidí dejar que las uñas de las manos crecieran para que fuesen una prolongación roja de mi. Ahora sobresalen de una forma que me impiden escribir con soltura, llenan mis escuetos textos de fatas de ortografía y, por si fuera poco, inundan de protestas las duchas que todavía (de vez en cuando aún se deja) me doy con mi hijo. Se queja Mario de que le araño al pasarle las manos por esa suave piel con el gel que huele a moras. Y me quejo yo al agarrar...
Quejas vanas, inútiles y futiles. Huecas, vacías y tontas. Me gusta ver ese alargamiento granate de los dedos y los ojos que se le ponen a él cuando ve que se despliegan las garras...

12 comentarios:

CurroClint dijo...

Torpezas cotidianas y sencillas, pero que satisfacen. Así es la vida. Basta con que te guste ver ese alargamiento granate de los dedos y sus efectos... Más que torpe y frívola, yo diría que te has levantado muy femenina...

Manu, The Java Real Machine dijo...

Todo es cuestión de acostumbrarse... tenía una compañera en Cruz Roja, que llevaba siempre las uñas bien largas... yo no se cómo se apañaba, pero el caso es que lo hacía y ni siquiera llegó a romperse nunca una... curioso... :D

Mad Hatter dijo...

Uñas, incómodas y poco prácticas, sí, pero que nos impresionan y marcan bastante esos cariñosos "zarpazos" femeninos, es cierto. Pero tampoco hace falta una longitud de uñas exagerada que rompa la armonía.

Carmen dijo...

curro, levantarse después del descanso cuando no hay prisa nos deja mirarnos...

manu, a ver si eran postizas!

Noooo Mad, en un justo largo, adecuado arañador.

almamatters dijo...

Siempre hay salidas, pero últimamente, todas las salidas a mis problemas parecen ser más complicadas que si dejo el problema sin resolver, pero hago lo posible. Aunque cueste.
Me gusta lo que escribis.

Anónimo dijo...

Pues leído lo leído, perdonamos las faltas de ortografía porque lo de las uñas largas te llena de satisfacciones.
Hay veces que las cosas más sencillas son las que nos llenan.
No te las cortes aun.

Anónimo dijo...

...Y qué mejor sensación que cuando caen las rojas uñas de tus dedos, como otoños de vino y cerezas... sobre su piel?

Un beso, Carmen felina.

oveja dijo...

Cuanto bueno por aquí... Sencillo, cómodo, sin floripondios, tierno... me lo quedo pero del tirón. Pa favoritos vas

Carmen dijo...

alma, con esa actitud encontrarás lo mejor, no me cabe duda. Aquí siempre tendrás tu hueco.

Jabel, no me las corto, ahora las disfruto...

carrascus besos recibidos... veo que me entiendes perfectamente!!!

oveja, gracias!!! Ya sabes, cuando quieras malas historias no te olvides de volver. Besosssss

yinyang mason dijo...

Grrrrr... Las uñas largas tienen muchos usos...

Le Mosquito dijo...

¡Pobrecito Mario! Ja, ja, ja...
¡A cortarte esas uñas! ¡Hijicida!
:)

Le Mosquito dijo...

PD: Vaya... ya no hay más entradas.
Carmen: hace tiempo que tengo problemas con mi ordenador. No puedo entrar ni comentar en otros blogs toso lo que desearía, y hoy, con un pequeño esfuercillo y gracias a que tienes el fondo del blog blanco, he podido disfrutar con tus, hasta ahora, últimas entradas.
Ayer puse punto y final a Le Mosquito, aunque ni por asomo pongo punto y final a mis visitas a cuadernos como el tuyo.
Es muy posible que, en cuanto arregle los problemas con mi ordenateur abra otro blog; con otro disfraz, y, posiblemente, más cercano, de nuevo, al lema que me animó a editar Le Mosquito (Una palabra llena podría valer más que mil imágenes vacías) y del que me he ido alejando un poco sin querer y otro poco con queriendo.
No me sentía a gusto con el disfraz de mosquito, pero sí, ya te digo, con muchos de los cuadernos enlazados en él.
Discupla si en los comentarios que te he dejado hoy hay errores, pero escribo sobre una pantala en la que leo con dificultad.
Besos.
tumosquito@yahoo.es